Un Momento Salvaje, originalmente titulada Un moment d’égarement, es una comedia dramática francesa de 2015 dirigida por Jean-François Richet. Remake de la película de Claude Berri de 1977, esta versión aporta gran protagonismo y complejidad emocional a una historia de amistad, tentación y tensión familiar ambientada en la pintoresca costa de Córcega.
Dos mejores amigos divorciados, Antoine (François Cluzet) y Laurent (Vincent Cassel), llevan a sus hijas adolescentes, Louna (Lola Le Lann) y Marie (Alice Isaaz), de vacaciones de verano en la casa ancestral de Antoine. Lo que comienza con despreocupados días de playa y discotecas nocturnas da un giro dramático cuando Louna, de 17 años, seduce a Laurent. A medida que se revela el romance secreto, se ponen a prueba los límites morales, se tensan los lazos familiares y se redefinen las lealtades. En el crudo desenlace, la confesión, la confrontación y el perdón se convierten en el eje emocional.
Dirección y Estética
Richet, conocido por sus thrillers descarnados, cambia de tono en One Wild Moment para ofrecer una comedia dramática, soleada pero moralmente ambigua. Filmada en Córcega, la película yuxtapone hermosos paisajes isleños con un trasfondo temático más oscuro. La expresiva banda sonora de Philippe Rombi y la cinematografía costera de Robert Gantz y Pascal Martí subrayan la tensión generacional y ética.
Temas y Tono
La película explora un terreno complejo: responsabilidad versus deseo, edad y poder en las relaciones, y la línea entre protección y control. Explora cómo un momento salvaje aparentemente inocente puede desbaratar vidas. Si bien la película se detiene en impulsos románticos, también plantea preguntas incómodas sobre las consecuencias de cruzar los límites éticos.
Recepción de la Crítica y Legado
La crítica se dividió: algunos elogiaron sus pulidas actuaciones y su tensión emocional, mientras que otros la calificaron de superficial. En Rotten Tomatoes, obtuvo una modesta puntuación del 32%, aunque el público se mostró más comprensivo. The Hollywood Reporter la describió como "entretenimiento brillante y en su mayoría aceptable para hombres franceses de mediana edad", pero señaló que la química del reparto eleva el material.
Con un presupuesto de 12 millones de euros y una recaudación mundial de 6 millones de dólares, la película atrajo la atención, pero generó debate sobre su encuadre moral.
Conclusión
One Wild Moment es cautivadora y elegante, con actuaciones sólidas y una ambientación bellamente filmada. Aunque su controvertida premisa y su manejo irregular pueden alienar a algunos espectadores, sigue siendo una exploración convincente de la complejidad humana. Quienes sientan curiosidad por los dramas relacionales desafiantes y la ambigüedad moral encontrarán en ella una experiencia cinematográfica memorable, aunque imperfecta.